El jardín del invierno

Blog de reseñas literarias de @SilenZahra / @SilentBookGirl

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, Laura Norton

¡Hola a todos!
Después de unos días, os traigo la reseña de una novela con la que me he reído a carcajadas.

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Título: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Autora: Laura Norton
¿Saga? Libro autoconclusivo.
Editorial: Espasa
ISBN: 978-8467041583
Número de páginas: 352
Publicación: 29 de Abril de 2014
Género: Realista, humorística, romántica adulta
Sinopsis: Si estás leyendo estas líneas  es que te ha llamado la atención el título. ¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa,  para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy  maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos… Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que  su piso se convierte en una especie de camarote de los  hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y  su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que  lleva mucho tiempo sin ver… Pero mejor no te lo contamos porque te gustará  leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde  el título, te garantizamos unas cuantas horas de  descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

RESUMEN
Sara es una joven treintañera que ha estudiado la carrera de química y vive, casi por su cuenta, en la casa que perteneció a su abuela. Ésta fue plumista, es decir: creaba diseños utilizando plumas de aves, una profesión que siempre ha sido llamativa para Sara y en la que, al parecer, ella demuestra tener cierto talento.

Al menos así se lo dijo Aarón cuando tenían diecisiete años e iban juntos al instituto. Por aquel entonces, en una actuación de teatro, Sara fue la encargada de la escenografía y su idea, en la que, por supuesto, no faltaban las plumas, tuvo muchísimo éxito. De hecho, Aarón, de quien ella andaba totalmente colgada, le recomendó que se dedicase a ello profesionalmente…

Y Sara ha necesitado más de diez años para decidirse, pero, por fin, a los treinta, tras haber acabado su carrera, ha aceptado probar suerte y reabrir la tienda de su abuela. Desafortunadamente la suerte apenas le sonríe, pero ella no se rinde gracias a los ánimos de su novio, Roberto, el cual, por cierto, está viviendo en París durante un año para encontrar un buen trabajo.

Las cosas no marchan del todo bien para Sara. La tienda apenas le reporta beneficios y no le llega para pagar el alquiler; lleva un año entero sin ver a su novio y se muere de ganas por que regrese; y, para colmo, su hermana pequeña y su padre se irán a vivir con ella, puesto que no es su casa, sino «la de la abuela», después de que ambos hayan discutido con su madre por diferentes motivos.
Por lo visto, la madre de Sara tiene un amante desde hace tiempo, y se niega a aceptar que su hija menor, de diecinueve años, vaya a casarse con un hombre de treinta. Un hombre que resulta ser… ¡el mismísimo Aarón!

MI OPINIÓN
Este libro es absolutamente desternillante. Cuenta con situaciones de lo más absurdas e inverosímiles, sí, pero en este caso la gracia reside precisamente ahí: en las exageraciones, en las conversaciones absurdas, en las situaciones ridículas. Este libro es un cúmulo de todas ellas, pero, pese a que yo no suelo ser muy amiga del humor absurdo, en este caso me ha encantado porque me ha parecido muy bien trabajado y muy bien llevado.

Personajes. Sara es una mujer bastante empanada y con poquita personalidad. Ella cree que manda en su vida, que lo tiene todo bajo control, pero a lo largo del libro no hace sino dejarse enredar por unos y por otros: por su padre, por su hermana, por su novio, por su futuro cuñado… Y Sara, pese a no estar de acuerdo con lo que hacen y dicen, acaba viéndose envuelta en más de un lío por su culpa, simplemente porque no tiene las agallas suficientes para pararlo todo, porque no sabe decir que no. Es, al mismo tiempo, buenaza y pava.

Digamos que este aspecto de la personalidad de Sara no me ha gustado nada. Nunca me han gustado las protagonistas sumisas que se dejan llevar pese a que su opinión sea contraria; y encima, cuando al fin revienta y les exige a todos que dejen de controlar y revolver su vida, los demás la hacen sentir culpable y ella acaba por disculparse. ¡Por dios, muchacha, espabílate! Tienes todo el derecho del mundo a quejarte, que en tu familia te tienen por el pito del sereno y hacen cosas que te afectan directamente sin consultarte. Qué poca sangre, chiquilla.

Su hermana Lucía es todo lo contrario. Lu tiene diecinueve años y ha triunfado en las pasarelas. Ha tenido infinidad de novios, es famosísima, todo el mundo la adora, está «podrida» de pasta y tiene una personalidad arrolladora. Vamos, que es como a Sara le gustaría ser y vive la vida que a Sara le gustaría llevar. No obstante, precisamente por su carácter rebelde, Lu se pelea con su madre cuando le cuenta sus planes de boda y es por eso por lo que se acaba colando en la casa de Sara, con la excusa de que «en realidad es de la abuela». Da igual que Sara lleve viviendo ahí muchos años y tenga ahí su vida… Eso no importa a la hora de que su familia se le meta en casa. No tienen ninguna consideración, ni Lu ni su padre.

El cual, por otro lado, está destrozado porque acaba de descubrir que, después de treinta años de matrimonio, su mujer le está siendo infiel. Y lo «mejor» es que la madre de Sara ni se avergüenza, ni se arrepiente, ni nada. Ella va con la cabeza muy alta, como si no hubiese hecho nada malo, e incluso se empeña en culpar tanto a su marido como a sus hijas por darle la espalda y por tratarla como «la mala de la película». En pocas palabras: la madre de Sara y Lucía es una especie de Estela Reynolds (personaje de la serie La que se avecina).

Y luego tenemos a los dos novios de las chicas. Roberto es el novio de Sara desde hace años y ella está convencida de que envejecerán juntos, pero él parece no estar tan seguro. Roberto es arquitecto y, dado que no consigue encontrar trabajo en España, se marcha a Francia durante un año en busca de buena fortuna. Por eso pasan un tiempo separados y por eso, especialmente, a Sara le mete la pata que media familia se cuele en su casa justo cuando falta tan poco para que Roberto vaya a verla después de un año.

Pero la sorpresa se la acaba llevando ella cuando Roberto llega acompañado de Eric, una especie de vikingo del que se hizo amigo mientras estuvo en París y que arde en deseos de conocer España. Eric apenas entiende el español y creedme que los gazapos que comete y los líos a los que les llevan sus errores son memorables. De lo mejorcito del libro xD

Pero estábamos con Roberto. SPOILER: Al principio me caía medio bien, porque se notaba su complicidad con Sara tras tantos años juntos. Pero, al volver de París, una ya se va dando cuenta de que algo no marcha bien: para empezar, se ha traído a un amigo, sin consultarlo con Sara, cuando en teoría iba a verla a ella. Pero él ya no se muestra tan apasionado, y encima tampoco le ha consultado a Sara su decisión de largarse a China porque le han ofrecido el mejor trabajo del mundo. Me pareció muy ruin por parte de Roberto el no haber cortado con Sara en ese momento, cuando se veía a la legua que estaba deseando marcharse, que no quería continuar con ella, que ya no había pasión entre ellos. Pero no; se tuvo que esperar a que ella decidiese (por fin una cosa que decide por su cuenta) seguirle y empezar una nueva vida juntos en China, dado que en España no tiene suerte con el negocio de las plumas. Y una vez más Roberto demostró ser muy mezquino: él no quería que Sara le siguiese, pero no tuvo los huevos suficientes (palabras textuales) para cortar con ella en Madrid y que cada uno hiciese su vida. Así que ella le siguió, y no fue hasta que se encontraron en China que, por fin, tras todo el dinero invertido, tras el largo viaje, tras las nuevas ilusiones… Roberto le suelta de una vez a Sara que no quiere seguir con ella, y que no deseaba que lo siguiese a Hong Kong.
¿Por qué demonios se esperó tanto? ¿Por qué la dejó que se gastara sus ahorros y fuese tras él, ilusionada por una nueva vida, cuando él, desde que se fue a París, estaba ya decidido a poner tierra entre él y Sara? En serio, me pareció el peor golpe que le podrían haber dado, y eso que ella ya se llevó muchos por su incapacidad para decir no, pero es que resulta que ella no era la única; Roberto tampoco era capaz de decir no. En el fondo, son tal para cual. Pero su relación ya estaba muerta. FIN SPOILER.

Por último tenemos al perfectísimo Aarón. Como he mencionado, Sara estuvo colgadísima por él cuando eran adolescentes, pero entonces él desapareció de la noche a la mañana y ella supuso que ya nunca iba a volverlo a ver. Sin embargo, por casualidades de la vida, se acaban reencontrando… cuando él se ha comprometido con Lu, por lo que va a convertirse en el cuñado de Sara. Y ahí la tenemos a ella, debatiéndose entre el pasado y el presente, preguntándose si aún quiere a Aarón o si ya le ha olvidado y por eso es feliz con Roberto…
Y Aarón, todo hay que decirlo, no se lo pone nada fácil; más de una vez parece que lamenta el haber escogido a Lu en vez de a Sara, y da la sensación de que va a serle infiel a su futura esposa con su hermana mayor. Vamos, que al parecer él tampoco lo tiene tan claro como parece…

Escritura. Creo que este es uno de los puntos fuertes de la novela. La historia está narrada de una forma un tanto enrevesada, pero es imposible perderse debido a lo cómico de los pensamientos de Sara (sus dudas respecto a Aarón y Roberto), a lo absurdo de las situaciones que vive (asaltar un zoo, por ejemplo…) y a lo exagerado de los diálogos. Esto último, en mi opinión, es lo mejor. La familia de Sara tiene cada ocurrencia… En especial la hermana, quien tiene mucha caradura, y el padre, que anda un poco despistado por la infidelidad de su mujer; y los diálogos de ésta con Sara tampoco se quedan atrás… De esta forma, la narración alterna entre los pensamientos más absurdos y enrevesados de Sara con los diálogos más absurdos y desternillantes de sus familiares. Yo, al menos, juro que he muerto de risa.

Edición. La portada es llamativa, de esas que entran por los ojos, y el título te acaba de convencer para que le des una oportunidad a esta historia. Al menos, eso es lo que me ha pasado a mí: me animé a comprar este libro por su portada y su título, más que por la sinopsis. Y no me ha decepcionado: me he reído tanto como prometía el título. (Muy adecuado, por cierto, pues Sara me parece un tanto empanada, o gilipollas, como ya he dicho, por eso de dejarse arrastrar y no saber imponerse. Y todo lo que le pasa es debido a esa actitud.)

Historia. La trama no es que sea nada del otro mundo. De hecho, lo principal de toda esta historia es si habrá o no romance entre Sara y Aarón, después de tantos años y de que cada uno tenga otra pareja. La autora lo enrevesa todo de tal manera, mete a tantísimos personajes, crea tantas situaciones ridículas, que realmente llegas a plantearte si al final Aarón y Sara acabarán juntos. Es decir: no es una novela romántica, sino, principalmente, cómica y realista, que invita a reflexionar acerca de la vida y de nuestra actitud respecto a ella; y además, el final no se deja entrever desde el principio, como suele suceder en las historias románticas, sino que la autora consigue hacerte dudar tanto como duda la propia Sara.
Por tanto, sí, hay romance, pero no es ni mucho menos el tema principal de la historia, sino el cómo afronta la protagonista la vida, su situación amorosa, su situación económica, su situación familiar…, y la evolución que da a lo largo de las páginas. Ella y el resto de personajes, claro.

¿Lo mejor? Los diálogos.
¿Lo peor? La actitud de Sara.

¿Lo recomiendo? ¡Y tanto! Reírse es la mejor medicina para olvidarse de los problemas. Y este libro hace reír hasta al más aburrido 😛

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El encanto del cuervo, María Martínez

¡Hola a todos!
Hoy traigo la reseña de un libro en el que tenía puestas todas mis esperanzas… pero que finalmente no cumplió ninguna de ellas. Aviso que tengo una opinión MUY negativa de este libro y que podríais encontraros spoilers en esta reseña.

Encanto

Título: El encanto del cuervo
Autora: María Martínez
¿Saga? Libro autoconclusivo.
Editorial: Blok
ISBN: 9788415579427
Número de páginas: 484
Publicación: Mayo de 2013
Género: Fantástica, juvenil romántica
Sinopsis: Abby siempre ha vivido con su madre, viajando de una ciudad a otra; nunca han permanecido más de cuatro meses en un mismo lugar; jamás ha tenido amigos cercanos, ni ha asistido a un baile de graduación, ni ha tenido un sitio al que llamar hogar. Pero cuando su madre muere repentinamente en un terrible accidente, la vida de Abby cambia por completo. Acogida por un hombre extraño que dice ser su padre, Abby se instala en el pueblo de Lostwick, en el sur de Maine. En apariencia es una existencia ideal, con amigos y familia y un lugar al cual pertenecer. Pero hay algo en quienes la rodean, en especial en el guapo e irritante Nathan, que le produce una cierta desconfianza. Y lo peor, las pesadillas que atormentan a Abby constantemente no solo no cesan, sino que se intensifican. En medio de esta nueva realidad, Abby tendrá que descubrir la verdad de lo que sucede, confrontar el pasado y enfrentarse con un destino implacable que viene a cobrarse promesas hechas siglos atrás y que reclama su sangre.

RESUMEN
Desde hace un tiempo, Abby puede considerar Nueva York su hogar. Su madre siempre ha estado arrastrándola de un lado a otro de los Estados Unidos, pero ya por fin parecen haberse asentado y ella ha conseguido hacer amigos.

Sin embargo, el día de su cumpleaños, Abby pierde a su madre y es entonces cuando conoce, al fin, a su padre: Aaron Blackwell, un hombre, al parecer, bastante rico que acepta hacerse cargo de ella pese a que ni siquiera sabía de su existencia hasta entonces. Y de nuevo la chica se ve obligada a adaptarse y a hacer amigos, pero, esta vez, con la carga añadida de tener que superar la muerte de su madre.

Por suerte, Damien y Diandra, sus nuevos amigos, la acogen con los brazos abiertos y la ayudan a encajar en su pandilla y en el instituto; advirtiéndola, no obstante, para que no se acerque a Nathan Hale, un chico enemistado con sus familias a causa de algo horrible que su padre hizo años atrás. Pero Abby siente que está irremediablemente ligada a Nathan, aunque ignora el porqué y hasta qué punto.

Cuando su madre murió, estaba a punto de revelarle un secreto tremendamente importante con la propia Abby. Ahora, pues, es misión de su padre y sus nuevos amigos el ponerla al corriente de todo, pero no les será nada fácil, ya que ignoran si Abby será capaz de asumir otro cambio brusco en su vida.

MI OPINIÓN
Como he comentado, empecé este libro con ciertas expectativas, pero ya desde el primer capítulo me encontré con un topicazo tras otro, con una redacción muy mejorable y con unos personajes, también, muy típicos. Vamos, que para mí ha sido una historia más; la originalidad brilla por su ausencia.

Un pequeño aviso: si os gusta mucho mucho mucho esta historia, os aviso que no he sido benévola con ella. No me ha gustado NADA, no me ha parecido creíble y no me he cortado a la hora de exponer los motivos, spoilers incluidos. Lo cual no implica, ojo, que no respete el resto de opiniones del mundo 😉

Personajes. Abby es una adolescente de diecisiete años (aunque, según mis cálculos, debería tener dieciséis; os cuento luego) que ha estado viajando de acá para allá y que pierde a su madre justo cuando acababan de asentarse y, además, cuando ella le iba a revelar algo sumamente importante sobre su padre y sobre la propia Abby. Primer topicazo: la protagonista queda huérfana nada más empezar la historia y se queda sin saber cierto secreto de su familia.

Luego vamos viendo que Abby se adapta perfectamente bien a los cambios, pues apenas un mes después de haberse mudado a Lostwick con su padre, ya casi ha superado lo de su madre y se lleva genial con Damien y Diandra, sus nuevos amigos. Segundo topicazo: a Damien, un chico huérfano, y a Diandra, muy alegre y dicharachera, les cae bien Abby de forma instantánea y él incluso se enamora de ella casi a primera vista.

Y entonces, a medida que Abby revela su inmadurez y su falta de personalidad (esto lo digo porque se deja arrastrar por todo y por todos sin oponer resistencia), aparece en escena el tercer topicazo en cuestión: el chico malo del instituto, Nathan Hale, al que ella no debe ni quiere acercarse porque es peligroso, egocéntrico y muy borde, pero al que se acaba acercando porque se siente indescriptiblemente atraída por él, como si algo los uniese.

Y él, por supuesto, es borde y antipático con ella, pero, como no podía ser menos, también tiene su corazoncito, tal como vemos a medida que lo vamos conociendo en su entorno familiar. También, cuarto topicazo, como es evidente, Nathan y Abby se enamoran a pesar de la oposición de sus familias, lo cual, supuestamente, los convierte en enemigos.

En fin, como veis, ni he tragado ni me he creído a los personajes principales. Los dos son odiosos a su manera, ella con sus impulsos infantiles y él con ese borderío que arrastra por bandera y esa manía de creerse mejor y más importante. Muy típicos, en mi opinión, y la única evolución que veo en ellos es que se enamoran. Punto. Un romance, por cierto, que tampoco me he creído por cómo empieza.

SPOILER: Como suele pasar en muchas novelas románticas, al principio los dos protagonistas se odian a muerte, pero lo de estos dos es que va más allá. Se odian, se detestan, se tratan fatal el uno al otro, él la humilla, ella lo insulta… ¡Y lo mejor es que él llega a dispararle una flecha! Pero, agarraos: le dispara una flecha, ella lo maldice hasta quedarse afónica y, medio segundo después, se están morreando. ¿¿¿Hola??? ¿Alguien me lo explica? A Nathan le gusta Abby pero le dispara una flecha y está a punto de darle, y a Abby le dispara un chico al que odia con toda su alma y luego se pone a morrearse con él. ¿Hola? ¿Lógica? Es como cuando a una chica la violan y se enamora de su violador: completely nonsense. Al menos yo JAMÁS entenderé estas cosas. Es que no me parecen lógicas ni normales, así que no entiendo que abunden en la literatura. En fin. FIN SPOILER.

Por otro lado, los personajes secundarios son eso, secundarios. Aparecen cuando a alguno de los protagonistas les conviene y yo he llegado a preguntarme qué demonios pintaban Damien y Diandra en el libro si apenas aparecen un poquito al principio, lo justo para conocerlos y para mostrar su insta-friendship (si existe el insta-love, puede existir la insta-friendship, ¿no?) con Abby, y ya. Vamos, que son puro relleno, y ni os cuento el resto de compañeros del instituto… Incluso el padre de Abby me ha acabado sobrando. Se le da mucha importancia al principio, pero luego Abby pasa de él como cualquier adolescente y ya apenas se le vuelve a ver el pelo hasta el final. Y muy poquito.
Solamente salvo a Ray, el amigo de Nathan, quien sí que me ha parecido un buen personaje, con una personalidad definida y un papel importante en la historia.

Ah, y otros personajes que están ahí de adorno son esos «amigos» que Abby hizo en Nueva York y que solamente aparecen al principio y una mijilla al final. Aunque ni siquiera eso; tan sólo uno de ellos aparece físicamente, y eso después de que Abby ni siquiera haya recordado a ninguno de esos amigos desde que se mudó a Lostwick. Muy lógico también.

Escritura. Como he mencionado, pienso que la narración es muy mejorable. Abundan las descripciones plagadas de metáforas, tan enrevesadas que te acabas perdiendo, y los diálogos a veces parecen forzados, como metidos con calzador, en especial cuando hay que contar una historia. Por otro lado, la autora va saltando de los pensamientos de uno a otro personaje, así, sin anestesia; en una misma línea lo mismo te describe lo que piensa Ray y lo que siente Abby. No sé, yo pensaba que eso de saltar, en una misma escena, de un personaje a otro para explicar lo que pasa por su mente no está bien. Al menos, a mí siempre me lo han señalado como error en mis novelas y la verdad es que, tras haber leído este libro, veo que es lógico, que sí que es un fallo. No es adecuado, o al menos a mí no me lo parece (aunque en su día yo también lo hiciese, pero para eso están los errores: para aprender de ellos y rectificar).

Edición. Preciosa, preciosa la portada, sin duda alguna, pero yo tengo una pregunta importante: ¿qué tienen que ver, tanto la portada como el título, con la trama de la novela? Es decir, Abby jamás aparece vestida con un traje así, sino que va con ropa más bien normalita, en plan vaqueros y eso; al menos que yo recuerde, claro. Y lo del cuervo… en serio, aún estoy dándole vueltas. Sé que aparecen cuervos en la historia, pero más bien parecen un elemento decorativo, algo que está ahí, pues… haciendo bulto xD Que no es que el chico sea un cuervo y de ahí lo del encanto, qué va, es que… No sé. Que están ahí los cuervos, y ya está. No tienen ninguna relevancia en la vida de Abby (más que asustarla cuando cruza el bosque) ni en la de Nathan (más que chocarse contra las puertas y ventanas de su casa, muy lógico también, by the way).

Historia. Voy a intentar resumir en una frase lo que pienso de esta novela: una extraña mezcla entre Memorias de Idhún y Harry Potter (ay, lo de los NO-MA…), pero… cutre. Siendo sincera, esto es lo que pienso de ella, y lo siento si esto ofende a alguien, pero es mi opinión y para eso tengo este blog: para dar mi opinión sobre los libros que leo. Y a mí esta historia me ha parecido un intento cutre de imitar tanto a J.K. Rowling, como a Laura Gallego. Os cuento por qué:

SPOILERS: El gran secreto que la madre de Abby no llegó a contarle fue que son brujos. Toda su familia, todos sus nuevos amigos, son brujos. Y tienen que dar clases para aprender a controlar su magia, y tienen un nombre para referirse a quienes no son brujos (NO-MA, oséase: no-mágicos; muggles, vaya), y… como era de esperar, Abby es la bruja más poderosa de los últimos yonosécuántos años. Topicazo número… ¿cinco, creo? La protagonista siempre tiene que destacar, ser la más importante, la más poderosa, la más guay; y eso, sumado a que es huérfana de madre y a su amorío con el chico malo de la peli, no hacen sino componer la historia más típica que me he echado a la cara en los últimos meses. Que habrá más, obvio, pero es que esta está compuesta básicamente de topicazos.

Por otro lado, lo de Memorias de Idhún quizás se note menos (lo de Harry Potter es que era descarao), pero me lo ha parecido debido a ese triángulo-no-amoroso que se forma entre Damien, Abby y Nathan. Claro que en este caso la chica sí que escoge a uno, pero si tenemos en cuenta las personalidades de ellos dos… Damien es Jack, claramente: el buenazo que se enamora de ella y la trataría como a una reina si ella se dejara (con el añadido de haber perdido a los dos padres); y Nathan es Kirtash, el chico malo y misterioso que supone un peligro para ella (casualmente, tanto Nathan como Kirtash tienen la misión se asesinar a sus respectivos amores, Abby y Victoria).

Y luego tenemos el final… Un final predecible y desconcertante al mismo tiempo. Como es de esperar, Abby y Nathan vencen a los malos malísimos (que, por cierto, menudos malos de pacotilla…) y consiguen encontrar la forma de estar juntos sin que sus familias se opongan. Pero lo mejor de todo es la resurrección repentina y sin explicación alguna de dos de los personajes: Mason Blackwell, hermano de Aaron y, por tanto, tío de Abby, que se sabe desde el principio que es el malo (el lector sí; los personajes no); y Michelle/Grace/Morgan o como leches se llame, la madre de Abby, a la que se le conocen tres nombres a lo largo de la novela (ahí es ). A estos dos personajes se les da por muertos desde el inicio del libro y, así de repente, al final aparecen los dos vivos, saliendo de la nada y sin que la autora explique de ninguna manera cómo es que no llegaron a morir. Olé xD

Ah, y antes de irme, una cosilla respecto a las edades de Abby y Nathan. Veréis, como bien se expone al empezar la historia, nacieron en el año 1995 y luego se produce un salto al año 2011, cuando ambos cumplen diecisiete años. Sin embargo, a mí las fechas no me encajaban y, tirando de calculadora, he confirmado lo que ya sospechaba: los dos deberían tener dieciséis años, no diecisiete. No soy una experta en mates, ni mucho menos, pero ya os digo que he empleado la calculadora para asegurarme. Y acerté 😛

Vamos, una novela en la que, como he dicho, la originalidad brilla por su ausencia. FIN SPOILERS.

Y esto es todo. Supongo que pensaréis que he sido muy cruel o algo por el estilo, pero si me leéis desde hace tiempo ya sabréis que siempre, SIEMPRE digo lo que pienso, sin excepciones, tanto si el libro me gusta como si no. Cuando no me gusta, además, trato de ser justa y señalar también las cosas buenas; por ejemplo, puede darse el caso de que no trague a un personaje, pero esté bien trabajado. O que la narración sea buena aunque me haya aburrido. O que el final sea creíble aunque no me haya convencido. Claro que también hay veces en que no consigo encontrarle nada bueno, lo cual ya depende de cada uno, pero si se da el caso pues tampoco me voy a callar. Cada cual es libre de pensar y opinar como quiera y de exponerlo en su blog, que para algo es suyo ^^

¿Lo mejor? Ray.
¿Lo peor? Todo lo demás.

¿Lo recomiendo? Absolutely not.

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