El jardín del invierno

Blog de reseñas literarias de @SilenZahra / @SilentBookGirl

Días de sangre y resplandor, Laini Taylor

en 7 marzo, 2015

¡Hola a todos!
En esta ocasión vengo a traeros la reseña de la segunda parte de Hija de humo y hueso, por lo que aviso que podréis encontrar spoilers del primer libro 😉

diasdesangre

Título: Días de sangre y resplandor
Autora: Laini Taylor
¿Saga? Hija de humo y hueso #2.
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420413969
Número de páginas: 520
Publicación: 6 de Marzo de 2013
Género: Fantástica, juvenil romántica
Sinopsis: La estudiante de arte y aprendiz de monstruos, Karou, tiene por fin las respuestas a las preguntas que se lleva haciendo desde niña: por fin sabe quién es y, sobre todo, qué es. Pero junto a esta verdad ha conocido otra mucho más dolorosa: el ser al que ama es su peor enemigo, responsable de la traición más terrible y del dolor de todo un mundo.
En esta segunda parte de la mundialmente aclamada Hija de humo y hueso, Karou deberá decidir hasta dónde es capaz de llegar para defender a su pueblo. Llena de dolor y belleza, secretos y decisiones imposibles, Días de sangre y resplandor encuentra a Karou y Akiva en dos bandos enfrentados cuando una antigua guerra vuelve a desatarse.
Mientras Karou y sus compañeros construyen un ejército quimérico en un mundo de polvo y estrellas, Akiva lleva a cabo otro tipo de batalla, la de su redención, la búsqueda de esperanza. Pero ¿puede la esperanza surgir de las cenizas de un sueño roto?

RESUMEN
Karou y Akiva se han separado. Ella, destrozada tras haber recordado su pasado y averiguado lo que él hizo, se ha marchado a Eretz, donde, tras reencontrarse con las quimeras a las que conoció en su vida como Madrigal, se ha unido a Thiago y su ejército. Thiago, el Lobo Blanco, quien la pretendiera cuando aún era Madrigal, quien la condenara a muerte tras descubrirla junto a Akiva.
Ahora, Karou debe trabajar para él y su mermado ejército para continuar luchando contra los serafines, pues, al fin y al cabo, la chica no deja de ser una quimera. Aunque ahora tenga aspecto humano.

Por su parte, Akiva ha vuelto a reunirse con sus hermanos, Hazael y Liraz, y han regresado juntos a la batalla, la cual consiste, principalmente, en asesinar quimeras, sin importar si son o no soldados. Es a causa de esto que Akiva cada vez se cuestiona más si lo que hacen él y los de su especie es lo correcto, pues, al igual que los serafines, también las quimeras tienen familias.

Por otro lado, Zuzana no deja de preguntarse dónde estará Karou, qué le habrá sucedido y, especialmente, si estará bien. Zuzana no para de enviarle correos, aun siendo consciente de que es muy probable que su amiga esté en otro mundo y, por tanto, no pueda responderle. Pero ella no se rinde y, ni corta ni perezosa, anima a su novio, Mik, a unirse a ella en la búsqueda de Karou.

La batalla entre quimeras y ángeles, lejos de haber concluido, está fraguándose lentamente y amenaza con estallar más fuerte que nunca…

MI OPINIÓN
La verdad, no esperaba mucho de este libro. Me gustó el primer libro, sí, pero no me pareció nada del otro mundo. Sin embargo, esta segunda parte me ha sorprendido muchísimo y me ha dejado con muchas ganas de saber qué pasa al final de la historia de Karou y Akiva, así que espero poder hacerme pronto con Sueños de dioses y monstruos, el último libro de la trilogía.

Personajes. Karou me ha gustado un poquito más en este libro. Al principio se la ve muy pasiva, cosa comprensible teniendo en cuenta que acaba de reencontrarse no sólo con su pasado, sino con los que fueran sus compañeros en su vida como Madrigal; incluyendo a Thiago, el Lobo Blanco, que fue quien la ordenó ejecutar. Por todo esto y por estar alejada de la vida y las personas a las que ha conocido, Karou se siente perdida, casi como una intrusa entre los de su propia especie, pues ella, pese a su aspecto humano, sigue siendo una quimera. Afortunadamente, tiene una nueva misión que la convierte en alguien imprescindible en el nuevo ejército que ha formado Thiago, por lo que todos cuentan con ella a pesar de que la tengan por una traidora a causa de su romance con un ángel.

El ángel en cuestión, Akiva, también me ha gustado más en este segundo libro, ya que tenemos ocasión de conocerlo mucho mejor en su entorno: en el mundo de los serafines, rodeado por serafines, entre los que destacan Hazael y Liraz, sus hermanos (aunque no los únicos que tiene). Akiva continúa luchando al servicio del emperador, su padre, aunque ni él ni sus hermanos pueden ni deben jamás dirigirse a él como tal. Para Joram, todos los hijos que ha engendrado no son más que armas a su servicio, por lo que no deben tener sentimientos, opiniones ni nada que los distinga entre los demás.

Me ha gustado mucho la forma en que, a su manera, tanto Akiva como Karou van rebelándose, poco a poco, contra la guerra que sus respectivos superiores, Thiago y Joram, están llevando a cabo. Cada uno de diferente forma, pero movidos casi por los mismos motivos, ambos empiezan a plantearse si no será mejor buscar otra manera de enfrentar al enemigo, en lugar de asesinar a los inocentes tanto de los ángeles, como de las quimeras.

Así es como conocemos a Sveva y Sarazal, dos quimeras hermanas que han sido tomadas como esclavas y tratan de escapar para regresar a casa. Me han gustado mucho estas dos chicas y espero que se las pueda conocer mejor en el último libro, al igual que en Días de sangre y resplandor hemos conocido mejor a Hazael y Liraz, los hermanos de Akiva, a los que he llegado a coger verdadero cariño. Hazael, siempre tan sonriente, pragmático y optimista, y Liraz, tan fiera, tan guerrera, pero también con corazón. Me han encantado.

También he adorado locamente a Zuzana y Mik, los amigos checos de Karou, que están al tanto de su verdadero origen y la apoyan y tratan de ayudarla, hasta tal punto de lanzarse a buscarla sin apenas tener pistas de su paradero. Son increíbles, y también lo ha sido Ziri, una quimera a la que Karou conoció siendo Madrigal y que ha resultado ser el último de la raza kirin, a la cual ella pertenecía, lo que hace que se sienta unida a Ziri de una manera un tanto especial. SPOILER: E Issa, ¡cómo me ha encantado que regresara Issa! Es un personaje increíble y en el primer libro no tuvimos ocasión de descubrirlo. Me alegra que Karou pueda contar con ella. FIN SPOILER.
Y, por supuesto, no debemos olvidarnos, entre otros, de Thiago, el Lobo Blanco, que jamás me ha inspirado confianza alguna; de Ten, una loba perteneciente a su ejército; de Joram, el emperador de los serafines, ni de Jael, su hermano. Todos ellos tienen gran peso en la historia.

Escritura. Al contrario de lo que me sucedió con el primer libro, el estilo de la autora en éste me ha enganchado. No sé, esa manera que tiene de describir los sentimientos, pensamientos y deseos de los personajes, de cerrar y abrir los capítulos con frases que te dejan con la boca abierta, me ha atrapado y absorbido por completo, haciendo que me metiera de lleno en la historia y no quisiera dejar de leer ni un segundo.

Edición. Aquí sí que tengo algunas pegas. La portada me encanta y me parece llamativa y atrayente, pero el interior no acaba de convencerme. No sólo porque me he topado con más de un laísmo que ha hecho que me chirriasen los dientes, sino también porque abundan las palabras en cursiva y las frases colocadas entre guiones en mitad de un párrafo sin que se trate de un diálogo. Eso me ha chocado muchísimo, en especial el tema de los guiones, porque hacía que me creyese que era un diálogo, pero no. Y las palabras en cursiva… ¿De verdad era necesario que hubiera tantas?

Historia. En este libro confluyen varias tramas: la de Karou, la de Akiva, la de Zuzana, la de Sveva, la de Ziri, la de Liraz… Eso nos da la oportunidad de conocer mucho mejor a todos los personajes y al mundo en el que viven, ya sea un lugar recóndito de la tierra o una ciudad angélica. También, por supuesto, conocemos de primera mano lo que está sucediendo en ambos mundos, cómo se está desarrollando la guerra que aún mantienen serafines y quimeras y que todos se empeñan en negar, asegurando que ya terminó. No es así, ni mucho menos, pues los inocentes en ambos mandos siguen muriendo, como en todas las guerras. Me ha parecido que la autora ha retratado muy bien lo que es una guerra, en qué consiste realmente, cómo llega un punto en el que da igual lo que se haga por tal de masacrar al contrario, aun a costa de los inocentes, pues el fin justifica los medios.
Y, en medio de todo eso, Akiva sigue enamorado de Karou y ella sigue intentando olvidarle. En el aspecto romántico no puede decirse que la trama haya avanzado demasiado, pero, tal como termina este libro, estoy segura de que sí que lo hará en el último de la saga.

¿Lo mejor? Los personajes, las descripciones de Eretz, el desarrollo de la trama bélica.
¿Lo peor? La edición interior del libro.

¿Lo recomiendo? Pese a que el primer libro me pareció flojito, éste me ha encantado, por lo que sí que lo recomiendo.


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