El jardín del invierno

Blog de reseñas literarias de @SilenZahra / @SilentBookGirl

Nuestro lugar en el mundo, Julia Ortega

en 5 abril, 2015

¡Hola a todos!
Tras unas cortitas vacaciones alejada de la blogosfera, vuelvo a la carga 🙂 Y lo hago con la reseña de la continuación de la gran novela Lealtades Enfrentadas: Nuestro lugar en el mundo, protagonizada por Gillian y Alexandra. Por tanto, hay spoilers de la primera parte en esta reseña 😉

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Título: Nuestro lugar en el mundo
Autora: Julia Ortega
¿Saga? Lealtades enfrentadas #2.
Editorial: Autopublicación
Número de páginas: 430
Publicación: 4 de Agosto de 2014
Género: Realista, humorística, romántica adulta
Sinopsis: Después de diez años de idílica relación, llega la temida separación de Gillian y Alexandra. A ésta se le presenta la oportunidad de trabajar durante un año como abogada en Manhattan. Asimismo, Gill ha conseguido colocarse como profesora de literatura en un colegio de Notting Hill. 
Deborah, la madre de Alex, y Josh, el padre de Gill, viudo tras el brutal atentado que acabó con la vida de su esposa, se han casado y llevan una apacible vida en Hampstead, que muy pronto se verá alterada ante la inesperada visita del padre de Alex.
En Nueva York, Alex conocerá a una pareja de productores musicales y a la nueva diva del pop, Saffron Adams, con quien iniciará una intensa y apasionada relación. Al otro lado del Atlántico, Samuel Johnson, a punto de casarse con Olimpia, su novia de siempre, caerá bajo el fulminante hechizo de Gill, lo cual dará al traste con todos sus planes de boda…

RESUMEN
Gillian O’Keeffe y Alexandra McGahern se han criado juntas y se quieren como algo más que hermanas. Tienen la misma edad, veinticinco años, y su relación está más que consolidada, pues se conocen desde siempre y empezaron a ser pareja en la más tierna adolescencia. Nunca están separadas más de un día entero y no se ven capaces de pasar tanto tiempo la una sin la otra. Además, Josh, el padre de Gill, tras la muerte de Judith, se casó con Deborah, la madre de Alex, de modo que ahora ambas chicas son novias y hermanastras.

Sin embargo, en el próximo mes de septiembre, antes del cumpleaños de Gillian, Alex se marchará a Nueva York, donde le han ofrecido un puesto inmejorable. Pero lo hará sola, pues Gill va a empezar a trabajar como profesora de literatura, también en septiembre. De modo que van a separarse por primera vez.

Nada más llegar a Nueva York, Alex enseguida traba amistad con Eric y Rowan, sus nuevos vecinos, una pareja que la llevará a conocer la imparable vida nocturna americana… y a la mismísima diva del pop del momento, Saffron Adams. Ésta última, acostumbrada a conseguir todo lo que quiere, se encapricha enseguida de Alex, pero ella sigue enamorada de Gill… ¿verdad?

Por su parte, a Gill su trabajo le va viento en popa. Ha intentado contactar con su novia/hermanastra desde que ésta se fue para contarle que se ha reencontrado con Samuel Johnson, a quien conoció accidentalmente meses atrás, pero Alex no ha respondido. Está lejos, mientras que Sam, también profesor como Gill, está tan cerca…

Las vidas de ambas chicas transcurren ahora por separado, pero en ningún momento han dejado de quererse. ¿Supondrá la aparición de Sam y Saffron la separación definitiva de Gill y Alex?

MI OPINIÓN
Empecé a leer este libro con muchas ganas, pues las novelas que he leído de Julia Ortega, Carnaval y Lealtades Enfrentadas, realmente me han encantado. No obstante…, no puedo decir lo mismo de Nuestro lugar en el mundo. Si bien me ha gustado, no me ha encantado tanto como esperaba, como me sucedió con LE y con Carnaval. Me explico a continuación.

Personajes. Gillian O’Keeffe es la hija de Judith Ordóñez, la afamada escritora, y Josh O’Keeffe, el conocido actor. Ya la conocimos en Lealtades Enfrentadas, donde contaba con un capítulo entero para ella sola, el cuarto de los que componen LE, pero su romance con Alex se toca muy por encima, así que necesitaba una nueva novela donde contar su historia.
Me ha gustado mucho conocer mejor a Gill. Me ha parecido una chica dulce, ingeniosa, divertida, a pesar de su tendencia al melodrama, y también es fiel a sus principios y a sí misma, cosa que hizo que se ganara enseguida mi cariño. Lo único que no me ha gustado de ella es que adopta el papel de sumisa, permitiendo siempre que sean otros quienes decidan sobre, por ejemplo, cómo debe llevar el cabello. SPOILER: Por otro lado, esas extrañas conversaciones que Gill mantiene con su conciencia… no me gustaron nada, me dieron la sensación de ser relleno, pues llega un momento en que, a cada capítulo que narra Gill, se lo pasa «conversando» con su conciencia, es decir, consigo misma. Un poco absurdo y pesado, lo vi irrelevante para la trama. FIN SPOILER.

Alex, por otro lado, es la que parece cumplir el rol dominante: es más lanzada, más decidida, más directa, así como muy independiente. Al principio me cayó realmente bien y me encantó su relación con Gill: tan cercana, tan llena de complicidad y cariño. Pero, cuando conoció a Saffron…, la cosa cambió.

Saffron Adams, amiga íntima de los nuevos vecinos de Alex, es la cantante de moda. Gill la admira, se sabe sus canciones de memoria, pero a Alex le resulta bastante indiferente. Al menos hasta que la conoce en Nueva York, pues, nada más verla, la cantante se encapricha de ella. Saffron es una diva y, como tal, está acostumbrada a conseguir todo lo que desea desde que comenzó a cantar, pese a lo cual mantiene una encarnizada lucha con su mánager y no se atreve a confesar ante sus padres, ni ante nadie, que en realidad es homosexual. Que, en realidad, le gusta Alexandra McGahern.

SPOILER: Llegados a este punto, tengo que decir que no llegué a creerme del todo que Alex, siendo tan testaruda y decidida y estando tan enamorada de Gill, no se resista ni un poquito a Saffron, llegando a empezar con ella una relación antes siquiera de haber cortado con Gill. Es más: pese a que Gillian trata de hablar con ella, Alex no le responde, no hace el esfuerzo por comunicarse con ella, por explicarle lo que le ha pasado, y Gill ya no la busca más. Es decir: tras veinticinco años juntas, se separan y no se llaman ni una sola vez en varios meses… Eso muy verosímil no es, que digamos. Si pudieron sobrevivir sin tan siquiera hablar, qué te digo yo, una vez al mes, ¿será que no se querrían tanto? Claro que no es ésa la impresión que te da cuando, al inicio de la novela, las ves tan felices juntas, tan bien compenetradas, tan cómplices al haberse criado juntas. Gill y Alex se querían se quieren, así que no tiene sentido alguno que, en el momento de separarse, no se esfuercen por mantener el contacto. Ni la una, ni la otra, porque Gill al menos lo intentó, pero, tras no recibir respuesta, no se volvió a molestar. Y si han vuelto a enamorarse, cada una por su lado… digo yo que qué menos que cortar antes de empezar una nueva relación. Porque, haciendo lo que hicieron, finalmente se pusieron los cuernos mutuamente, casi como si lo hubiesen planeado, sólo que, evidentemente, no era así. Gill y Alex se quieren, pero cada una se ha enamorado de otra persona. ¿Por qué no hacer las cosas bien? ¿Por qué no cortar antes de empezar con las otras personas en lugar de hacerse daño la una a la otra? En fin, sé que me lo tomo muy a pecho, pero es que el tema de las infidelidades a mí me puede. Me parece una cosa muy injusta, pero si encima las dos personas implicadas en una pareja se son infieles mutuamente… apaga y vámonos. FIN SPOILER.

Hablemos ahora de Samuel Johnson. Este matemático a punto de casarse tuvo un fugaz encuentro con Gillian antes del verano y, casualidades de la vida, se han reencontrado en septiembre, pues ambos dan clase en el mismo instituto, ella de literatura y él de matemáticas. Sam está convencido de que esto es una señal, de que ha sufrido un auténtico flechazo con Gill, y está dispuesto a dejar atrás todo lo que conoce para empezar de cero con ella. Pero Gill no sólo tiene pareja, sino que, además, es lesbiana…

SPOILER: Me encanta la pareja Sam-Gill. No como Alex-Saff, que llegaron a caerme mal, especialmente por la mala influencia que la cantante fue para Alex, metiéndola en líos de drogas y tal; aparte de eso, sus personalidades me gustaron menos. Sam y Gill me parecieron más apasionados, más románticos, más compenetrados, de forma que su relación me enamoró desde el principio, así como el desarrollo de la misma. Y su final, con la llegada de la pequeña Maerwyn al mundo (precioso nombre), y todo el asunto con Olimpia… Me encantó. Por tanto, podéis imaginar quiénes fueron mis favoritos 😛
Por otro lado, he de decir que la relación de Alex y Saff me pareció tóxica, pues la primera enseguida se convierte prácticamente en la sumisa de la segunda (no estamos hablando de nada sexual, sino de, digamos, los roles que se suelen tomar en una pareja. Recalco el «suelen»; no tiene por qué ser así). Como he dicho, Saffron termina metiendo a Alex en asuntos de drogas y, encima, luego la deja sola; qué queréis que os diga, pero la diva en ningún momento fue santo de mi devoción y la evolución de Alex como personaje me pareció más bien una involución. No me gustaron como pareja. FIN SPOILER.

No puedo dejar de mencionar a Josh y a Debbie, el padre de Gill y la madre de Alex respectivamente, quienes se casaron por obra y gracia de sus hijas unos años después de la muerte de Judith. A la cual, dicho sea de paso, eché de menos en esta novela, así como a Bárbara e incluso a Michelle, y eso que Bárbara hace algún pequeño cameo, pero nada más.
Otros que me encantaron fueron Eric y Rowan, aunque me parecieron un poco exagerados. Respecto a Steve, aunque me cayó genial, todavía no entiendo cuál era su papel en la novela, y tampoco las familiares españolas de Gillian que conocemos muy de pasada. No sé, tengo la sensación de que hay demasiados personajes secundarios, de los cuales la mayoría apenas tienen relevancia en la historia.

Escritura. Me gusta mucho el estilo de Julia Ortega. Es sencillo, directo y fluido, a la par que elegante y sobrio. Sabe cómo atrapar al lector con sólo unas pocas palabras.

nlem_portadaEdición. Yo tengo la primera edición de la novela (en kindle), aunque he de admitir que me gusta mucho más la segunda portada que la autora escogió para ella. Me parece no sólo más bonita, sino también más fresca y más adecuada para la historia que se nos cuenta entre sus páginas. Eso sí: el interior está impecablemente bien cuidado.

Historia. Si bien hay ciertos detalles de la trama que no me han gustado tanto como hubiera querido (como ya he comentado en los spoilers), el resultado en general es satisfactorio. He disfrutado de la novela, me ha encantado Gill, me he enamorado de Sam, me he decepcionado con Alex y he detestado a Saffron. Así pues, lo que no se puede negar es que esta novela te remueve, te emociona, te hace amar y odiar, te hace reír y llorar, te hace disfrutar y sufrir. Una historia bien construida con unos personajes que, como humanos que son, se equivocan, se dejan llevar, se redimen, se alegran, se arrepienten, y, con ello, hacen sentir al lector. Una novela que atrapa y cuyo final, tras un largo y pausado (que no pesado) desarrollo, te deja con una sonrisa en la boca.

¿Lo mejor? Gill y Sam. El estilo de la autora. El final.
¿Lo peor? Saffron. El cambio de Alex. Lo mencionado en los spoilers.

¿Lo recomiendo? Si te apetece leer una historia donde reír y llorar, donde alegrarte y enfadarte, donde encontrar amor y odio, sin duda Nuestro lugar en el mundo es tu novela. Eso sí: no te olvides de leer primero Lealtades Enfrentadas 😉


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